Certificados digitales: cómo funcionan y qué papel juegan en la identidad digital

Los certificados digitales se han convertido en un pilar fundamental de la transformación digital. En un contexto donde la identidad electrónica avanza hacia modelos paneuropeos como el reglamento eIDAS2 y el futuro EU Digital Identity Wallet, entender cómo funcionan los certificados digitales, sus aplicaciones y limitaciones, es clave tanto para ciudadanos como para empresas.

Qué es un certificado digital y para qué sirve
Muchas veces realizar trámites puede significar tiempo de espera y de traslado, sin embargo, en este caso es un beneficio para los ciudadanos, porque los certificados digitales permiten firmar documentos electrónicamente con validez jurídica, realizar trámites administrativos online, como presentar impuestos, consultar expedientes médicos o acceder a servicios sociales y autenticarse ante organismos públicos y privados (banca, universidades, servicios de empleo, etc.) de forma segura y sin necesidad de acudir presencialmente.
Además, son la base tecnológica para usar el DNI electrónico y otros mecanismos de identidad digital actualmente en uso en España y la Unión Europea.
Mientras que, en caso de las empresas los certificados digitales son fundamentales para emitir facturas electrónicas con validez legal, participar en licitaciones públicas y presentar documentación sin desplazamientos físicos, firmar contratos, notificaciones y otros documentos con seguridad jurídica y trazabilidad y cumplir con normativas como la Ley Crea y Crece, que obliga al uso de factura electrónica entre empresas.
Además, su uso mejora la eficiencia documental y reduce el riesgo de suplantación o manipulación de información. Respecto al proceso, aunque estandarizado, puede variar según el tipo de certificado y la entidad emisora en España que, pese a todo, cuenta con un ecosistema maduro de entidades emisoras de certificados digitales.
Principales entidades que emiten certificados digitales en Españas
Las principales entidades que emiten certificados digitales en España son la FNMT-RCM (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre), la opción más popular entre ciudadanos y autónomos; Camerfirma, entidad vinculada a las Cámaras de Comercio, especialmente usada por pymes y ANCERT (Notariado), Agencia Notarial de Certificación, y otros proveedores cualificados inscritos en el listado oficial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Proceso de solicitud paso a paso
- Solicitud online: Se inicia el trámite desde la web de la entidad emisora, donde se generan las claves y se obtiene un código de solicitud.
- Acreditación presencial de identidad: El solicitante debe acudir a una oficina autorizada con su DNI o NIE.
- Descarga del certificado: Una vez verificada la identidad, se descarga el certificado en el dispositivo desde el que se inició el trámite.
- Uso y gestión: Puede instalarse en navegadores, firmadores digitales o dispositivos móviles compatibles.
Algunos emisores ya permiten procesos 100% digitales mediante videoidentificación o validación biométrica, aunque no todos los certificados permiten esta opción aún. Aunque ampliamente implantados, los certificados digitales tienen ventajas significativas, pero también barreras que deben resolverse para facilitar su uso masivo.
Dentro de los beneficios, están la validez jurídica plena, especialmente en el caso de certificados cualificados; ahorro de tiempo y costes en gestiones tanto para ciudadanos como para empresas; Confianza y seguridad: Garantizan que la identidad del firmante o autenticador ha sido verificada por una entidad de confianza y que sustituyen al papel, reduciendo la burocracia, favoreciendo la eficiencia y facilitando la trazabilidad documental.
Retos: experiencia de usuario, compatibilidad, vencimiento
Complejidad técnica: Requiere configuración previa, instalación de certificados en dispositivos y compatibilidad con navegadores o sistemas operativos.
Experiencia de usuario mejorable: Especialmente en dispositivos móviles.
Caducidad y renovación: Los certificados suelen tener una validez de 2 a 5 años, y su renovación puede ser engorrosa si no se hace a tiempo.
Dependencia del dispositivo: Muchos certificados solo funcionan desde el ordenador donde están instalados, aunque esto se está resolviendo con soluciones cloud o en apps móviles.
Certificados digitales y blockchain: interoperabilidad y seguridad
El auge de tecnologías como blockchain está impulsando una evolución en el modelo tradicional de certificados digitales, gracias a que esta tecnología añade Inmutabilidad de la información, los certificados emitidos en blockchain no pueden ser alterados ni manipulados; mayor control por parte del usuario, que puede compartir solo los datos necesarios y descentralización: ya no se depende de una única autoridad emisora central, sino que las validaciones pueden ser distribuidas.
Casos de uso: educación, identidad, documentación oficial
- Certificados académicos verificables: Universidades y centros de formación ya emiten títulos o microcredenciales en redes blockchain como EBSI o Ethereum.
- Identificación descentralizada (DID): Donde el ciudadano gestiona su identidad sin depender de intermediarios.
- Documentación oficial: Desde licencias hasta registros notariales, pueden emitirse en formatos verificables en tiempo real.
En el contexto europeo, los certificados digitales están llamados a evolucionar hacia un modelo más ágil, interoperable y centrado en el usuario. En el nuevo reglamento eIDAS2, en vigor desde 2024, amplía el marco legal que da soporte a los certificados digitales, incorporando la figura del monedero de identidad digital europeo.
Hacia una identidad digital unificada
El objetivo final es claro: avanzar hacia una identidad digital europea unificada, donde los ciudadanos puedan presentar certificados digitales con un solo clic, desde una aplicación móvil, validar credenciales entre países sin barreras ni trámites adicionales y controlar sus propios datos, otorgando acceso solo a lo estrictamente necesario.
Este escenario se está materializando mediante proyectos piloto, como CertiDigital en España o los desarrollos basados en EBSI (European Blockchain Services Infrastructure).
Los certificados digitales no son simplemente herramientas técnicas: son la base sobre la que se construye la confianza digital en la sociedad. En un entorno donde la identidad online se vuelve esencial, su papel será cada vez más relevante y su integración con tecnologías emergentes y nuevos marcos normativos, como eIDAS2, marcará el rumbo hacia una administración más conectada, segura e interoperable.
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Redacción ISBE
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